El alcalde confirma el cese de la empresa Clece al frente del cine y se diseña un nuevo planteamiento alternativo

El cine de Bembibre continuará abierto, pero abandona el carácter

comercial en las proyecciones para fomentar el cine de autor

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El Ayuntamiento de Bembibre ha confirmado el cese definitivo de la empresa Clece al frente del cine de la localidad, a petición de la propia mercantil. La segunda prórroga que las partes se concedieron al término del pasado mes de junio, que tenía por objeto mantener activo el servicio durante los meses de julio y agosto así como replantear la situación ante una hipotética continuidad, no ha hecho cambiar de parecer a la adjudicataria que desiste en su gestión ante el “desinterés” de la población.
Esta falta de interés, según vienen calificando los responsables municipales ya desde el pasado año, cuando se planteó por vez primera el cierre, ha causado pérdidas por encima de los 40.000 euros anuales, como atestigua el balance del último ejercicio que Clece presentó al Ayuntamiento. Así las cosas, el alcalde de Bembibre, Jesús Esteban, pese a reconocer que el número de espectadores creció en las dos últimas proyecciones, recordó que el conjunto anual “sigue siendo malo”, y el servicio de cine “se estaba haciendo insoportable” para la concesionaria.
El regidor se reafirmó en que el cine no cerrará, literalmente, sus puertas, sólo que “vamos a hacer un cine alternativo desde la concejalía de Educación y Cultura”. Un cine alternativo para analizar nuevamente la asistencia y replantear en un futuro la reinstauración del cine comercial en la villa. “No hay ninguna posibilidad de que se pierda definitivamente”, aseveró, y “si realmente merece la pena se puede estudiar, pero hoy por hoy las cosas son así”.
El primer edil también calificó el conjunto de los servicios municipales de “perdedores” para justificar la decisión de retirar la apuesta del Ayuntamiento por el cine, “sobre todo perdedores cuando la concurrencia de gente es mínima”, y recordó que de forma inminente se pondrá en marcha la piscina a sabiendas de que “vamos a perder más de 126.000 euros todos los años, pero también somos conscientes de que hay una gran labor social y popular de por medio, incluso hay cuestiones de ocio y salud, que es lo que conviene tener presente. Lo que se puede ser es perder en todas partes, porque si no estaríamos haciendo una administración ruinosa”.